En el mes de diciembre del 2019 hablé con el P. Sergio, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, que me ofreció ocuparme del área de formación de Cáritas. Lo ore mucho y vi un trabajo de responsabilidad y que varias personas me dijeron que si Dios, por medio de Cáritas, me pedía que pusiera mis dones al servicio de esta institución en ese área, adelante.
Pero yo no me veía rodeado de papeles, programaciones, hablando con personas para que vinieran a darnos conferencias... Con perdón de la expresión, "burocracia".
Al cabo de unos días Juan Manuel Aragonés, director de Cáritas Diocesana, me pidió que quería hablar conmigo. Pensé Juanma quiere convencerme para que acepte esta tarea. No fue así. Me comentó que el proyecto Bartimeo, que ya se estuvo desarrollando hace un tiempo, durante dos meses, iba a volver a retomarse. Y que habían pensado en mi para ser educador del proyecto. El Proyecto Bartimeo es un proyecto de calle, de patearse la ciudad y ver que personas en situación de sin hogar, están durmiendo en ella.
Le pedí un tiempo para pensarlo. Al cabo de una semana volví a hablar con el y le dije que aceptaba.
Durante el tiempo que he trabajado en Cáritas, he desenpeñado mi labor como educador del centro de acogida, como director de ese centro muchos años, como técnico del equipo de animación en parroquias, como educador de las viviendas de Castellón... Pero algo me faltaba. Quizás fuera mi espíritu "inconformista" o que Dios me pedía que hiciera algo más "difícil"...
A principios de enero de este año comencé como educador en el Proyecto Bartimeo. Conocer a muchas de las personas que viven en la calle (gracias a mi trabajo en el centro de acogida) me ha facilitado mi tarea. Pienso que, por fin, he encontrado mi lugar en esta institución.
Hablar con personas que están en la calle y que necesitan que alguien les escuche, es una tarea sin igual. Cada día acabo mi jornada pensando que estas personas han encontrado en mi alguien que se preocupa por ellas... Además viene a mi cabeza frases del Papa Francisco que nos invita a "mancharnos las manos", a ser "iglesia en salida"... No podemos esperar que sean ellos (y no me gusta hablar de ellos y nosotros, porque creo que es una barrera) los que se acerquen a Cáritas para solicitar aquello que les podemos dar. Hay que salir, conocer su realidad, que tengan una persona en quien confiar...
En este apartado iré escribiendo artículos sobre mis reflexiones, en estos momentos en que paro mi reloj y me pongo a su altura, les escucho... El mismo Jesús fue una persona "en camino", en contacto con la realidad.
Y no se porque me paro en los grafitis, que os iré mostrando, porque los autores de esas obras, como las personas en situación de sin hogar tienen mucho que decirnos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario